El mercado inmobiliario de la Costa Blanca ha entrado en una fase marcada por un fuerte desequilibrio entre la demanda, la oferta y las expectativas reales de los compradores. Los últimos años han traído un aumento constante de la demanda —especialmente internacional—, mientras que la oferta disponible no ha crecido al mismo ritmo.
El resultado es evidente: los precios de la vivienda de segunda mano se han disparado, alcanzando niveles difíciles de justificar.
En este contexto, la obra nueva se consolida como la opción más inteligente, rentable y segura en la mayor parte de la Costa Blanca. Y, dentro de ella, Finestrat se ha posicionado como la zona estrella, capaz de ofrecer un producto moderno, competitivo y con una proyección de revalorización muy superior al resto del mercado.
La demanda supera con creces a la oferta
La Costa Blanca sigue siendo uno de los destinos más atractivos de Europa. No solo por su clima y su calidad de vida, sino también por la estabilidad económica que ofrece el sector inmobiliario local.
Sin embargo, esa popularidad constante ha generado un fenómeno claro: hay más compradores que vivienda disponible.
Aunque se están construyendo nuevos desarrollos, la velocidad de la demanda es mayor que la del crecimiento de la oferta. Esto afecta especialmente a la vivienda de segunda mano, donde la competencia entre compradores es cada vez más intensa.
La segunda mano se encarece de forma desproporcionada
Mientras que hace unos años la segunda mano era la alternativa más económica, hoy la realidad ha cambiado. Los precios han subido tanto que, en muchas ocasiones, superan al de inmuebles de obra nueva que ofrecen calidades muy superiores.
A ello se suman otros factores clave:
- Muchas viviendas antiguas requieren reformas costosas.
- Su eficiencia energética es baja, lo que incrementa gastos futuros.
- La calidad de los materiales y la distribución no se adapta a la vida actual.
- La valoración del mercado no siempre corresponde al estado real del inmueble.
El resultado es un mercado de segunda mano inflado, poco competitivo y menos atractivo para quien busca seguridad, rentabilidad o calidad.
La obra nueva: mayor calidad, más valor y mejor inversión
Ante este desequilibrio, la obra nueva se presenta como la solución más lógica. No solo por su calidad, sino porque ofrece un valor real más ajustado y transparente.
Viviendas modernas, funcionales y bien distribuidas.
Materiales y acabados actuales, pensados para durar.
Altos niveles de eficiencia energética.
Zonas comunes diseñadas para disfrutar: piscinas, gimnasios, coworking…
Garantías legales que cubren defectos y dan tranquilidad.
Pero lo más importante: la obra nueva tiene más recorrido de revalorización, especialmente en zonas en crecimiento como Finestrat.
Finestrat: donde invertir en obra nueva es una oportunidad única
Finestrat se ha convertido en el epicentro de la inversión inmobiliaria en la Costa Blanca. Su ubicación estratégica, junto a Benidorm y a pocos minutos de la playa, lo convierte en un enclave privilegiado para vivir, teletrabajar o invertir.
¿Por qué Finestrat es la apuesta más rentable ahora mismo?
Alto potencial de revalorización
Los proyectos de obra nueva en Finestrat se agotan rápidamente. La zona vive un crecimiento sostenido, lo que eleva el valor de los inmuebles año tras año.
Oferta moderna y competitiva
Las promociones actuales ofrecen diseño contemporáneo, vistas espectaculares, espacios abiertos y zonas comunes premium. Todo esto a precios que todavía son muy razonables frente a otras zonas de la Costa Blanca.
Ideal para vivir o invertir
Finestrat atrae tanto a familias como a compradores internacionales, nómadas digitales y personas que buscan segunda residencia. Esto permite obtener:
- Altísima rentabilidad en alquiler turístico.
- Ocupación anual muy alta.
- Gran demanda en alquiler de larga y corta temporada.
Infraestructura consolidada
Centros comerciales, colegios internacionales, hospitales, restauración, ocio y proximidad a playas y autopistas. Todo lo que un residente necesita.
El mercado actual ha dejado un mensaje claro: la segunda mano está más cara que nunca, la oferta es limitada y la obra nueva ofrece mucha más calidad por un precio más razonable.
En este contexto, invertir en obra nueva en Finestrat es la decisión más inteligente, tanto para quien quiere vivir con calidad como para quien busca rentabilidad inmediata y revalorización futura.
