Las playas de Alicante son uno de los grandes atractivos turísticos de la Costa Blanca. Entre las numerosas localidades que bordean esta región costera, destacan Calpe y Benidorm. Dos ciudades que no solo ofrecen una gran diversidad de playas, sino también ambientes que se ajustan a las necesidades y preferencias de cualquier visitante, desde quienes buscan una experiencia tranquila hasta los que prefieren un entorno más dinámico y lleno de actividad.
Calpe y Benidorm son dos joyas de la Costa Blanca, cada una con su propio encanto y particularidades, pero ambas con algo en común: la belleza de sus playas y su capacidad para atraer a turistas durante todo el año. Ambas localidades se han convertido en destinos clave en la región de Alicante, gracias a su accesibilidad, su infraestructura turística de alta calidad y, por supuesto, sus playas excepcionales.
La Playa de Calpe: tranquilidad y belleza natural
La localidad de Calpe, situada a pocos pasos del imponente Peñón de Ifach, tiene una gran oferta de playas que destacan tanto por su belleza natural como por su tranquilidad en comparación con otros destinos más concurridos de la Costa Blanca. La Playa de la Fossa, sin lugar a dudas, es uno de los puntos más populares de Calpe, ofreciendo aguas cristalinas y una extensa zona de arena dorada. Esta playa se adapta perfectamente a quienes buscan relajarse bajo el sol, disfrutando de un entorno más tranquilo pero igualmente vibrante por su cercanía a restaurantes y bares que se alinean a lo largo del paseo marítimo.
Además, la playa está protegida por el famoso Peñón de Ifach, que no solo ofrece un paisaje impresionante, sino que también atrae a aquellos que buscan aventura. Subir al Peñón de Ifach es una actividad popular entre los visitantes, quienes pueden disfrutar de un panorama incomparable del mar y las costas circundantes. La proximidad de la playa a este paisaje natural convierte a Calpe en un destino que combina la belleza del mar con la de la montaña, ofreciendo experiencias para todos los gustos.
Por otro lado, en Calpe, también existen otras playas más privadas, como la Cala del Morello o la Playa Cantal Roig, que proporcionan una experiencia más exclusiva y relajante. Estas calas, rodeadas de rocas y vegetación, crean una atmósfera tranquila y apartada, ideal para quienes buscan un lugar más privado para disfrutar del sol y el mar.
Benidorm: playa y diversión en un sólo destino
A tan solo unos kilómetros de Calpe, se encuentra Benidorm, conocida mundialmente por su oferta turística y su ambiente dinámico. Las playas de Benidorm son famosas por su animada atmósfera, su infraestructura desarrollada y la gran cantidad de servicios que ofrecen. La ciudad, que ha sido un referente turístico durante décadas, es el lugar perfecto para aquellos que buscan disfrutar de actividades acuáticas, deportes de playa y una vida nocturna vibrante.
La Playa de Levante es la más conocida y concurrida de Benidorm. Con su amplia franja de arena y su proximidad a una gran variedad de bares, restaurantes y tiendas, es el lugar ideal para quienes disfrutan de la vida en la playa pero también quieren estar cerca de las comodidades de la ciudad. La playa se llena de turistas durante todo el día, quienes disfrutan de sus aguas cálidas y claras, perfectas para nadar y practicar deportes acuáticos como el paddle surf o el jet ski.
A pesar de la popularidad de la Playa de Levante, Benidorm también ofrece otras playas que pueden adaptarse mejor a aquellos que buscan algo más tranquilo. La Playa de Poniente, situada al otro lado de la ciudad, es ideal para quienes prefieren un ambiente más relajado. Con una extensión considerable de arena dorada, es perfecta para disfrutar de un día de sol sin las multitudes que caracterizan a la Playa de Levante. Además, la Playa de Poniente es conocida por su impresionante vista del horizonte, ideal para paseos al atardecer.
Ambas playas en Benidorm están equipadas con todos los servicios necesarios para una experiencia cómoda y agradable. Las instalaciones de baños, duchas y sombrillas están siempre a disposición de los turistas, lo que facilita la estancia de quienes buscan disfrutar de un día completo en la playa. Además, la cercanía de Benidorm al centro de la ciudad, que cuenta con numerosos servicios turísticos, permite a los visitantes acceder rápidamente a opciones de entretenimiento, gastronomía y compras.
Un destino para todos los gustos
Lo que realmente distingue a Calpe y Benidorm es la diversidad de sus playas. Mientras que en Calpe, los turistas pueden encontrar un ambiente más relajado y tranquilo, ideal para familias y aquellos que buscan escapar del bullicio de las grandes ciudades, en Benidorm se vive una experiencia más activa y llena de entretenimiento. Esto hace que ambas localidades sean ideales para diferentes tipos de viajeros.
Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de las playas de Calpe, que están rodeadas de paisajes naturales y montañas, mientras que los que prefieren una experiencia más social y activa se sentirán atraídos por las playas de Benidorm, donde pueden disfrutar de actividades de todo tipo y de la vibrante vida de la ciudad.
Además, ambas localidades están muy bien conectadas, lo que facilita el acceso de los turistas a otras partes de la Costa Blanca. Desde Calpe, es fácil llegar a otras playas cercanas, como las Cala del Racó o la Cala La Manzanera, que también ofrecen un ambiente más tranquilo y natural. Por su parte, Benidorm se encuentra cerca de otras localidades turísticas populares, como Altea y Villajoyosa, lo que permite a los viajeros explorar más de la región.
Turismo sostenible y actividades al aire libre
Tanto Calpe como Benidorm están tomando medidas para garantizar un turismo más sostenible. En Calpe, se están implementando iniciativas para proteger sus paisajes naturales, como el Peñón de Ifach, que es un parque natural protegido. Los visitantes pueden disfrutar de la flora y fauna local mientras exploran las rutas de senderismo que conducen al pico del Peñón.
Por su parte, en Benidorm, aunque el turismo es más masivo, también se están realizando esfuerzos para reducir el impacto ambiental, promoviendo actividades ecológicas como el senderismo en los parques naturales cercanos y fomentando el uso de transporte público y vehículos eléctricos para reducir la huella de carbono.